Un subterfugio llamado Martín

El inevitable interés natural por clasificar nos lleva a apuntalar la obra como narrativa actual o narrativa humanista. El autor, en su empeño de criticar la realidad y mostrarse disconforme, reflexiona sobre diversos aspectos de la vida cotidiana y social, que vierte en formatos diferentes (relato continuo, diálogos y artículos), expuestos y desarrollados a través de su principal protagonista, de nombre Martín. Quien ha tenido acceso a la obra, de forma muy generosa, ha resaltado la capacidad del autor para tejer reflexiones filosóficas y sociológicas a través de las experiencias diarias de los personajes que cruzan sus vidas con Martín.

Al final de la obra se incluye una novedad que la hace poco convencional: se le pide al lector que siga el ejemplo de Martín y se interese por su vida, habilitando al autor para dar cabida a un bloque de autoayuda que puede sorprender por hacer pensar que está fuera de lugar, pero no es el caso.

En definitiva, se trata de una obra breve, actual y muy concentrada en ideas, que pudieran afectar la lectura si esta promoviera en el lector continuas pausas para pensar. Una obra creada en principio para ser abordada en un fin de semana, aunque, en función de las provocaciones y los debates internos que suscite, pudiera extenderse bastante más.