Sentimientos del alma

El alma de este libro es mi meditación en la soledad buena. Yo escuchaba todo lo que sentía en mi corazón y alma, y pude escribir todo lo que sentía en mi silencio. Escuchaba en el interior de mi ser, caminaba en mi propia historia. Lo importante es la voz que me habla en mi corazón con energía de amor. Lo más importante de todo es el aprendizaje que he aprendido con toda luz y energía positiva, a lo largo de parte de mi camino vivido. Gracias a mi padre Dios celestial del universo y a mis ancestros, que nos guían por un camino y un mundo mejor. Amor, paz y esperanza. Mis mejores aprendizajes en esta vida consisten en buscar en mi interior el sentido de la experiencia de mi vida vivida; me enseñan algo que antes no sabía y no podía aprender, pues, si no tenía la experiencia vivida, no podía reflexionar en mis poesías relatos y cuentos, en toda una vida de amor y unas espinas de experiencias. Nada se sabe bien si no por una experiencia. No consiste en lo vivido, sino en lo que has reflexionado y has aprendido. Una experiencia no es lo que sucede, es lo que hacemos con lo que sucede. Las experiencias te enriquecen el espíritu y el alma. Hay que vencer el miedo y afrontar la realidad por muy dolorosa que sea. La vida es un reto hay que afrontar, es una aventura, hay que vivirla. Si es bueno, maravilloso; si es malo, será una experiencia que te enseñará a caminar y a vivir la vida.
La vida es maravillosa; nacer, vivir y morir. Vivir es todo lo bonito que tiene la vida y el planeta tierra, sentir nuestra energía positiva y la conexión con los árboles, que nos dan energía buena positiva; abrazando los árboles en conexión con el universo, escuchando los sonidos y energías de la naturaleza a modo de conexión con nuestro Padre Dios, los animales y los cuatros elementos del planeta Tierra. El amor no muere, la esperanza no se olvida, y la fe de nuestro Padre Dios es infinita en nuestros corazones. Estar en el presente y el instante, sentir con todo amor el presente, el pasado y el futuro, vivir las maravillas del mundo creadas por nuestro Padre Dios.